La labor de los jueces se estructura en un antes, durante y
después del debate. Los jueces, durante el debate, han de tener en cuenta qué
hace cada participante y que no ha hecho.

Así, el juez ha de observar y tomar notas de cada discurso de
los alumnos.

En esta parte el jurado o el profesorado sólo intervendrá en
caso de considerarlo necesario: extensión excesiva en intervenciones,
desórdenes, imprevistos, etc.

Para conseguir una mayor implicación por parte de los alumnos,
que no intervienen directamente en el debate, un número impar de ellos asumirá
la función de jurado, y por lo tanto serán quienes establezcan cuál de los dos
equipos ha ganado.

Así se confiere la mayor autoridad posible al alumnado no
debatiente. El jurado ha de juzgar el debate según los criterios que hemos
visto, quedando patentes sus criterios en el acta o rúbrica. Además, puede
resultar pedagógico que emitan una valoración verbal cualitativa pudiendo
evaluar comportamientos a modo de feedback.

El jurado ha de valorar el debate y dar una devolución del
desempeño a los participantes de manera individual y como equipo.

La función del jurado es decidir quién ha realizado un mejor
debate. No se trata de juzgar cuál de las opiniones es más verdadera, sino
qué equipo ha mostrado ser más convincente, es decir, cuál ha hecho más
méritos al defender su postura y rebatir al equipo contrario.

El debate académico, si bien está planteado como una
herramienta docente, tiene un elemento competitivo, ya que el objetivo de este
es convencer a un tercero de que nuestra postura ha sido mejor defendida que la
del equipo contrario

A cada uno de los miembros del jurado, se le entregará un
acta en el que quedarán recogidos los principales aspectos que deben ser
valorados en las intervenciones de los dos equipos. Es importante que los ítems
valorados hagan referencia tanto al contenido de las intervenciones (validez de
los argumentos, uso de evidencias, respuestas a las interpelaciones), como a la
forma (riqueza del vocabulario, uso de los elementos paralingüísticos, empleo
del lenguaje no verbal)