IES DON PEDRO GARCÍA AGUILERA
MORATALLA (MURCIA)
4º ESO A
CATEGORÍA 4
TÍTULO
YO ESTUVE ALLÍ
(Domingo Sangriento)
DESCRIPCIÓN
Manuel, Lucía y Álvaro se ponen en la piel de las cientos de personas que estuvieron el 9 de enero de 1905 en las calles de San Petersburgo, ese domingo sangriento.
Manuel
Otros manifestantes y yo nos encontrábamos
por las calles de San Petersburgo, era un día muy gélido y había nevado mucho por
las calles. Varios protestantes incluido yo, salimos a protestar al Zar un
salario más alto y mejores condiciones laborales. Tras el fracaso de varias
huelgas hechas a finales del año 1904, puede ver ese día como algunos de los
manifestantes llevaban iconos religiosos, además retratos del Zar, para
demostrar que sus intenciones eran tranquilas. Me encontraba hablando con un
manifestante cuando de repente escuchó un tremendo zumbido, era la Guardia
Imperial que había arremetido fuego contra la multitud de personas que
estábamos allí. Cuando mismo escuché ese fuerte zumbido salí corriendo para intentar
salvarme, mientras que intentaba escapar de aquel sitio, veía como una
infinidad de personas caía al suelo. Estaba temblando al ver como la gente de
mi alrededor gritaban y otras caían al suelo. Tenía una impotencia descomunal,
pero al final puede escapar y salvarme. Fui uno de los pocos sobrevivientes,
murieron mil personas y ochocientas quedaron heridas entre ellos mujeres y
niños. Después de todo lo ocurrido, la noticia de la matanza no tardó en
conocerse en todo el país, lo que hizo que muchos campesinos se fueran a zonas
rurales.
Lucía
Soy Alexandra, hace un tiempo que llevo
manifestándome en las calles de San Petersburgo para poder mejorar mis
condiciones laborales. Hoy, 9 de enero de 1905 decido salir de casa para seguir
manifestándome frente al “palacio de invierno” junto a miles de personas más
que están a favor de luchar por su derecho. He quedado con tres de mis amigas
para así poder acudir juntas. he decidido abrigarme ya que he salido a la
ventana y hacía demasiado frío por culpa de la nieve. Ya nos manifestamos un
año atrás, pero como nos hicieron caso en vano, hemos decidido volver a
intentarlo.
Cuando llegamos todo iba perfecto, hasta que
comencé a escuchar gritos de auxilio y varios disparos, la muchedumbre empezaba
a crear una avalancha y nadie podía salir. todo el mundo estaba agobiado y
ninguno sabía qué hacer. Salí corriendo, una de mis amigas iba detrás de mí, vi
como la cogían y se la llevaban para pertenecer a los esclavos, no sé dónde
están mis otras amigas, ahora solo puedo correr y correr.
Ya estoy en casa, estoy muy preocupada por
mis amigas, no sé qué será de ellas. No hemos conseguido nada y otra vez
más el pueblo no tiene ni voz ni voto. Solo espero que dentro de unos años,
todas estas vidas que han sido cobradas y todo por lo que hemos luchado haya
dado sus frutos y podamos estar orgullosos de la sociedad.
Álvaro
Un día normal, como cualquier fui a
darme una vuelta en mi bicicleta por la Iglesia, donde tuve mala suerte porque
se me salió la cadena, me caí, me hice una brecha en la cabeza y de ver tanta
sangre me desmayé. Milagrosamente, vino una chica de mi edad, y rápidamente me
llevó al hospital para curarme, se llamaba Claudia y me hice muy amigo de ella,
incluso hasta empecé a sentir cosas por ella, y cuando me la encontraba por la
ciudad me ponía nervioso. Ella era una chica normal y casi siempre iba con su
madre, la cual no quería que se juntara conmigo porque yo era el hijo del zar
Nicolás 2º.Un sábado quedé con ella a escondidas y hablando, hablando,
hablando,…nos besamos, me confesó que tenía sentimientos por mí y decidimos ser
novios. Al día siguiente me levanté por un ruido molesto que venía de la calle,
me asomé a la ventana del palacio junto mi padre y habían doscientos mil
trabajadores protestando en la puerta del Palacio de Invierno, nuestro hogar.
Mientras mi padre hacía unas llamadas, mirando por la ventana me fijé bien en
las personas y estaban Claudia y su madre protestando, cuando subió mi padre la
voz de tono y escuché: ¡matarlos a todos!, la Guardia Imperial obedeció y
empezó a fusilarlos, pude ver con mis propios ojos como acababan de matar a mi
novia y a su madre, cosa que nunca se me iba a olvidar y que nunca perdonaría a
mi padre.
