CEIP Vicente Blasco Ibáñez (Valencia) Comunidad Valenciana
Cuarto de Educación Primaria. Categoría 2
"LUNA Y EL PUEBLO" es un cuento creado por el alumnado de la clase
de cuarto de primaria.
Guión:
LUNA Y EL PUEBLO
Había una vez una niña llamada Luna. Era muy buena, reciblaba,
ayudaba, le daba dinero a los pobres y defendía a la gente inocente.
Un día Luna tuvo que cambiarse de ciudad y colegio. Luna no estaba
muy animada, sus padres le decían:
- !Venga, anímate! Seguro que harás muchos nuevos amigos.
Pero luna no se animaba. Cuando llegaron a su casa nueva era muy
bonita, pero cuando fueron a ver el resto del pueblo se quedaron
horrorizados. Había basura por el suelo, olía a gasolina y solo había un
árbol en todo el pueblo. !A luna casi le da un patatús!
Como ya sabéis Luna era muy buena y no le gustaba ver el pueblo tan
sucio. Así que decidió que al día siguiente cogería toda la basura y
plantaría más árboles con ayuda del pueblo.
Luna fue a ver al alcalde para ver si podía negociar con él. Y le
preguntó:
- !Señor alcade, quiero hablar con usted!
El alcaldé contestó:
-¿Qué quieres? Estaba comiendo.
Luna le explicó todo y el alcalde dijo que sí, porque él también pensaba
que el pueblo estaba hecho un asco. Los dos se fueron al centro del pueblo
y Luna cogió un altavoz y dijo:
- Hola, ¿Se me oye?
Vino la gente y Luna continuó
- Mirad cómo está nuestro pueblo! Esta fatal, horrible! Pero si
trabajamos todos juntos y en equipo conseguiremos que este pueblo
se convierta en un paraíso. Así que ¿Quién está conmigo?
Todos se apuntaron, excepto un niño que dijo:
!Eso es una tontería! !El pueblo así está bien!
Luna se ofendió mucho. No podía comprender como alguien no quisiera
desear que su pueblo esté limpio.
-¿En serio?¿Te gusta ver el pueblo así?
El niño, que se llamaba Carlos, miró a su alrededor y no le importó
mucho el hecho de reciclar ni ayudar.
Los padres de Carlos no sabían que hacer.
Luna pensó cómo convencerle. Le dijo:
- ¿En serio te gusta el olor a gasolina? Casi no se puede respirar y hay
basura por todos lados.
Carlos empezó a reflexionar y darse cuenta de todo lo imperfecto que había
en el pueblo y decidió apuntarse.
Todos se pusieron manos a la obra. estaban trabajando juntos y a Luna eso le
encantaba.
Tiraron toda la basura, plantaron más árboles y ya no olía a gasolina
porque los coches dejaron de circular por el pueblo y los vecinos
caminaban o iban en bicicleta. Todos gozaban de buena salud.
Luna estaba feliz, había hecho amigos y todos habían trabajado en
equipo. Y Luna y Carlos se hicieron muy amigos.
