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La Radio
Escolar
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Narrador
(Nicolás):
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La
historia de Alejandro comienza su primer día de instituto, el día en el que
entraba en 1º de la ESO. Estaba muy nervioso, pues era un sitio enorme
comparado con su colegio de primaria, y además, no conocía a nadie, ni a sus
compañeros ni a sus profesores. Entró en clase a primera hora de la mañana, y
su tutora se presentó:
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Ana/Tutora:
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Buenos
días chicos, yo soy Ana, y este curso seré vuestra tutora y profesora de
matemáticas. Sé que muchos de vosotros estáis nerviosos, pero no os
preocupéis, hay un montón de actividades súper divertidas que podéis hacer
para conocer a nuevos amigos y divertiros, como por ejemplo fútbol,
orientación, radio…
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Alejandro:
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Espere,
profe, ¿ha dicho “radio”?
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Ana/Tutora:
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Sí,
hay un aula en la que se graban podcast todos los días, hay mucha gente a la
que le gusta. ¿Por qué, te quieres apuntar?
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(Alejandro
se pone nervioso delante de toda la clase)
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Alejandro:
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(Tartamudeando)
No, no, era por saber, es que no sabía que había de eso en el instituto.
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Ana/Tutora:
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Pues
la verdad es que te lo recomiendo, la gente que se apunta dice que no saben
como no es otra asignatura como otra cualquiera.
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Narrador
(Nicolás):
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Ana siguió
hablando y explicando más cosas sobre cómo iba a ser ese año, pero Alejandro
dejó de escuchar cuándo oyó la palabra: “radio”/ había dejado de escuchar.
Algo en ella/la palabra “radio” captó su atención, no sabía si era porque era
algo nuevo, o simplemente porque le gustaba, pero lo hizo.
Ese
día, en el recreo, los delegados de las clases de 2º de la ESO les estaban
haciendo una visita guiada a los nuevos alumnos por el instituto, pero cuando
pasaron por una puerta en la que ponía “Radio Escolar”, el mundo se paralizó.
Nuestro protagonista entró corriendo en esa enorme sala sin que nadie se
diese cuenta, y se quedó perplejo con su contenido; había una mesa enorme con
sillas alrededor y micrófonos con un logo en el que aparecía una antena y
unas ondas radiofónicas; también había una mesa de mezclas, como las que había
visto en la televisión; pero lo más impactante fue ver a decenas de niños y
adultos aprendiendo a la vez que se lo pasaban genial.
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Fondo:
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(Sonidos de gente hablando y un programa
de radio grabándose)
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Alejandro
(Nicolás):
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Desde ese
momento, Alejandro se inscribió a la radio, y fue aprendiendo, haciendo
nuevos amigos y disfrutando mucho de su tiempo en el instituto. Cuando
terminó el bachillerato, empezó a estudiar periodismo en la universidad, algo
que le había inculcado esta increíble actividad. Y aquí estamos hoy, hablando
en un programa dirigido por mí en una cadena de radio nacional, contándoos la
maravillosa aventura que ha sido, es, y siempre será para mí la radio.
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