GUION: AMADIS DE GAULA-DON QUIJOTE
-Narrador: Y el primero que maese Nicolás le dio en las manos fue Los cuatro de Amadís de Gaula y dijo el cura:
-Parece cosa de misterio ésta; porque, según he oído decir, este libro fue el primero de caballerías que se imprimió en España y todos los demás han tomado principio y origen déste; y así, me parece que, como a dogmatizador de una secta tan mala, le debemos, condenar al fuego.
-No, señor –dijo el Barbero-, que también he oído decir que es el mejor de todos los libros que de este género se han compuesto; y así, como a único en su arte, se debe perdonar.
-Penitencia de amor: Amadís se apeó y puso las armas en tierra, y desensilló el caballo y dexole pascer por la yerva; y él desarmose y hincó los inojos ante el buen hombre, y comencole a besar los pies.
Amadís: ¿Que tal Oriana cariño, esta buena la cena?
Oriana: Muy buena cariño.
Amadís: Me alegro, es que estoy hecho todo un galan.
Quijote: No me lo puedo creer están Amadis y su novia Oriana hay sentados, ¿voy a
conocer a mi mayor ídolo?
Dulcinea: Estas loco, pero si os llevais 100 años y tu ya peinas canas, es imposible que
sea él.
Quijote: Que no cariño estoy seguro de que es el, como voy a confundir a mi mayor
ídolo.
Amadís: Que noche más tranquila sin que nadie nos moleste.
Quijote: Don Amadís de Gaula, buenísimas noches. Me presento, soy Alonso Quijano,
tu mayor fan, por el que me volví loco debido a tus batallas más famosas y
siempre quise ser como tú. Si nos permitiera sentarnos con vosotros le
contaría mis historias.
Amadis: Muchas gracias por tal alago pero por favor, no nos interrumpas.
Dulcinea: Por favor cariño, vámonos, no molestes más.
Oriana: Dejémoslos que se sienten, no nos cuesta nada.
Amadís: Bueno si tú me lo pides se los permitiré, tomad asiento.
Quijote: Mil gracias. Dulcinea, trae unas sillas.
Amadís: Haber contadme, ¿que deseas?
Quijote: Bueno como ya te he dicho soy Alonso Quijano y esta mi novia dulcinea.
Amadís: Encantado, por lo que veo, a mí ya me conocéis, pero ella es mi novia Oriana.
Quijote: Pero bueno, ¿cómo es posible que un caballero de tan alta categoría como tú
vista una armadura tan vieja?
Amadis: Como osas decir eso de mis armaduras, si eran las mejores de mi época.
Quijote: Perdóneme, no pretendía ofenderle, simplemente me sorprendió.
Amadís: Bueno cuéntame sobre esas aventuras que dices haber protagonizado.
Quijote: Pues mire señor de entre una larga lista la mas asombrosa fue mi lucha contra unos temibles gigantes que… (interrumpe dulcinea)
Dulcinea: Cariño, ya te dije que no eran gigantes tan solo eran unos molinos que
imaginaste como gigantes durante tu locura.
Narrador: Y siguieron y siguieron durante una larga noche hablando de las supuestas aventuras que Alonso Quijano había hecho, mientras que Amadís de Gaula quedaba asombrado por como sus historias podrían causar tal locura 100 años después.
Profesor: Carlos Hernández-Comendador
Alumnos:
Daniel González de Prado
Sergio Macías Nieto
Alejandro Sacedo
Laura García Holguera
Emilia Consuelo
Música: Marcos Alonso
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