14 DE febrero

14 de febrero

Había una vez un chico
que se llamaba Amor y una chica que se llamaba Amistad. Los dos vivían 
en ciudades muy lejanas. Amor era huérfano y vivía en un orfanato. En cambio, Amistad
sí tenía a sus padres.

 El deseo de Amistad
siempre había sido tener amigos y el deseo de Amor siempre fue tener una
familia que lo tratase bien. 

Un día un señor millonario
compró el orfanato en el que vivía Amor para hacer unas oficinas y él se mudó a
la ciudad en la que vivía Amistad. 

Un día, Amor caminaba
despistado por las calles de la ciudad y se chocó con Amistad. Hablaron un
poquito y Amistad pensó que era un chico muy simpático.

Se volvieron a encontrar
en otras ocasiones y poco a poco fueron haciéndose amigos. 

Con el paso del tiempo
hacían un montón de planes juntos, iban a conciertos, salían a caminar,
paseaban a sus mascotas, iban de vacaciones juntos… Todo lo que podían, lo
hacían juntos como dos grandes amigos, incluso se inscribieron en un Torneo de
Tenis, porque claro, adoraban hacer deporte juntos.

Ellos se esforzaron
mucho, entrenaban cada tarde para poder usar las mejores estrategias, y así, es
como conseguían ganar cada partido.

La gente no lo entendía,
les tenía envidia y decía que era imposible que le ganasen a todos los
jugadores contra los que competían. Por eso, la última pareja contra la que
iban a jugar la final, cansada de que nadie consiguiera ganarles, decidió
hacerles trampas en su partido para que perdieran y ganar ellos. 

Y así fue, llegó el día
del partido de la final, el 14 de febrero, y sin que Amor y Amistad los viesen,
los otros jugadores les cambiaron sus raquetas por unas que eran viejas y
estaban a punto de romperse. Ellos se dieron cuenta antes de empezar el
partido, pero decidieron no decirles nada. Buscaron sus raquetas, pero no las
encontraron. Tenían que salir ya a la pista o serían eliminados, así que sin
muchas más opciones, salieron con esas raquetas viejas y casi rotas. 

Empezaron perdiendo, no
conseguían hacer puntos y a pesar de eso no se pusieron nerviosos. De repente
se miraron cómplices, con confianza, seguros de sí mismos y ataron una goma del
pelo de Amistad al mango de cada una de sus raquetas, haciendo que este quedase
ahora bien sujeto. Y ¡pam! los puntos empezaron a llegar, uno, otro, y otro, y
otro y otro… 

La pareja contra la que
competían empezó a ponerse nerviosa y eso les hizo hacer un mal juego; a pesar
de tener buenas raquetas ya no eran capaces de ganarles, ni siquiera conseguían
hacer ningún punto y finalmente Amor y Amistad ganaron el partido y a su vez el
Torneo de Tenis.

Fue algo tan increíble
cómo ganaron siempre todos los partidos y cómo nadie consiguió eliminarlos del
torneo… que ese día se hizo una fiesta enorme en la ciudad para celebrarlo.

Y por eso, desde entonces, cada año el 14 de febrero
se celebra el Día del Amor y la Amistad, recordando que a pesar de las
dificultades, de las trampas y de la envidia… con confianza, seguridad en uno
mismo y esfuerzo, el Amor y la Amistad siempre ganan.

Créditos

• Voces: alumnado de 4º de primaria (Inés, Pablo, Amaia, Eileen, Íker, Guillermo, Alba, Lucía, Jorge y Álvaro) y maestra de Lengua (Lourdes).
• Montaje y edición: Lourdes María Ramos Vázquez