Desmontando bulos a tu salud: ¿Existe relación entre las vacunas y el autismo?

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Descripción

Centro: Obra Diocesana Santo Domingo de Silos, Zaragoza, España.
 Cursos: 1º de Bachillerato  C y D. 
Asignatura: Anatomía aplicada. 
Fecha: 9-12-2023.
SINOPSIS
En los últimos años el movimiento antivacunas ha ganado fuerza en nuestra sociedad. Eso se debe en parte a la difusión de bulos sobre todo a la través de la redes sociales.  Uno de los los bulos más recurrentes en relación con las vacunas es la relación de este método de prevención y reducción del riego de enfermedades eficaces y seguros con el autismo. Este bulo tiene su origen en la publicación del estudio falseado de la prestigiosa revista » The Lancet». Es este podcast desmontaremos esta falsa relación entre la administración de la vacunas y el aumento de la incidencia  del autismo con datos científicos.  
CONTENIDO
¿CÚAL ES EL BULO?
Se remonta al estudio falseado por el médico británico Andrew Wakefield y
publicado en la revista ‘The Lancet’ en 1998. Wakefield realizó un ensayo clínico en el que participaron 12 niños y relaciona la vacuna triple vírica (sarampión, paperas y rubéola) con el autismo.
Las consecuencias del estudio fraudulento de Wakefield significaron una reducción del 7% de las vacunaciones al año siguiente de su publicación, una cifra que se incrementó aún más en la siguiente década pese a las advertencias sobre las inexactitudes del trabajo.
Desde la publicación del estudio de Wakefield, perdió su titulación y la revista de
medicina que lo publicó se retractó (lo que significa que reconoció que el artículo
nunca tendría que haberse publicado).
Hace unos meses, el presentador Javier Cárdenas avivó la polémica en su
programa de radio al defender la polémica tesis de Wakefield. El revuelo motivó que la Organización Médica Colegial emitiera un comunicado en el que denuncia “las situaciones que conlleven mensajes equívocos y faltos de evidencia científica sobre salud y que supongan un riesgo sobre la población general”.
En los años posteriores al estudio de Wakefield, la polémica llegó también a Estados Unidos.
Allí el autismo se vinculó con el timerosal, un componente antibacterial que está
presente en algunas vacunas.
Fueron necesarios muchos años para que ambas teorías fueran desmontadas y
para que el vínculo entre el autismo y las vacunas fuera descartado por la
comunidad científica.
¿DE DÓNDE SURGE LA FALSA RELACIÓN ENTRE LAS VACUNAS Y EL AUTISMO?
En 1998, un grupo de investigación en el Reino Unido publicó en una revista
científica de reconocido prestigio, un estudio en el que se relacionaba la vacuna
triple vírica con el desarrollo de autismo. Más tarde, se descubrió que era un estudio
con escasa evidencia científica ya que, entre otras cosas, incluía únicamente 12
niños) y, además, fraudulento. La revista retiró el artículo en 2010.
Desafortunadamente, su publicación creó desconfianza en la población,
produciendo disminución de la vacunación en algunos países y ocasionando la
aparición de brotes de estas enfermedades.
Tras demostrarse que la vacuna triple vírica no era la causante del autismo, algunas personas contrarias a la vacunación sugirieron que el conservante timerosal (que contiene una pequeña cantidad de mercurio en forma de metilmercurio), podría estar relacionado con el autismo. Sin embargo, el etilmercurio no se acumula en el cuerpo y no tiene efectos tóxicos y tampoco produce autismo. Hay multitud de estudios que demuestran que la dosis usada de tiomersal en las vacunas no produce reacciones adversas en los niños, salvo posibles pequeñas reacciones locales en la zona de inyección.
La comunidad médica y científica de todo el mundo apoya de forma unánime la
conclusión de que no existe evidencia que relacione la vacunación y el desarrollo de los TEA. Es más, con el paso de los años se ha demostrado que los estudios
originales desarrollados por el Dr. Andrew Wakefield que establecen esa posible
conexión carecían de rigor científico y que estaban falseados.
¿EXISTE RELACIÓN ENTRE LAS VACUNAS Y AUTISMO?
Los movimientos antivacunas han vinculado el autismo con las vacunas debido a que algunas contienen metales que el cuerpo de los niños no es capaz de absorber.
Según datos científicos de la OMS, no, no existe la relación entre las vacunas y el
autismo.
Esto ha sido demostrado en muchos estudios que han comparado la enfermedad en niños vacunados y no vacunados alrededor del mundo. Dos de los estudios más relevantes se han realizado en Dinamarca. En el primero en el que participaron más de 500.000 niños y algunos colaboradores demostraron que el autismo era igual de frecuente en los vacunados y no vacunados. El segundo, realizado en abril de 2019, se evaluó la relación entre la administración de la vacuna triple vírica y el desarrollo de autismo en más de 650.000 niños daneses nacidos entre 1999 y 2010.
Tras un periodo de seguimiento de al menos 12 años se demostró que la
vacunación no aumentaba el riesgo de desarrollo de autismo. Otros estudios,
realizados en distintos países han llegado a la misma conclusión.
DATOS CIENTÍFICOS SOBRE LA OMS
Según la OMS, 1 de cada 160 niños tiene un trastorno del espectro autista. Esta
estimación representa una cifra media, pues la prevalencia observada varía
considerablemente entre las distintas investigaciones.
Los movimientos antivacunas han vinculado el autismo con las vacunas debido a que algunas contienen metales que el cuerpo de los niños no es capaz de absorber. De hecho, algunas contienen tiomersal, que se compone de etilmercurio para evitar el crecimiento de bacterias y hongos, pero según indica la OMS la cantidad es inferior al 0.1% del mercurio al que los seres humanos se exponen.

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