Entradilla
B:Bienvenidos a un nuevo capítulo de Memento.
M: Están escuchando al grupo Longinos.
A: somos: Álvaro.
M: Marina
B: y Borja.
A: Atento, y te lo contamos.
Introducción
A: Bienvenidos al tercer podcast de nuestro viaje en Memento del equipo Longinos
B: En este nuevo capítulo os vamos a hablar sobre algunos trabajos curiosos en la historia
M: Comencemos
Cuerpo del capítulo
A: El primer trabajo del que vamos a hablar es el de praegustator
M: ¿praegustator?
A: Si, eran catadores reales que probaban la comida del rey, o personas importantes, para comprobar que no estuviera envenenada. Consistían en grupos de mujeres y hombres, normalmente mujeres.
B: ¿y se conoce alguna?
A: Si, un ejemplo es Margot Wolk, era una mujer que pertenecía al grupo de
praegustator de Hitler, ella reveló su secreto en 2012 después de 70 años de silencio.
B: Que interesante…
M: Pues si eso te ha parecido interesante con el mío vas a flipar
A: Cuenta, Cuenta
M: Se trata de las plañideras, mujeres que tenían un papel muy importante en la historia, para ser exactos en el Antiguo Egipto.
B: Pues si que fue hace tiempo, porque si son del antiguo Egipto…
M: Si, son del antiguo Egipto pero también existieron en España tras la crisis del 2008 para mueres necesitadas. Ya que cobraban, un poquito de dinero, por cada funeral. En el antiguo Egipto eran mujeres que pertenecían a una especie de cofradía sagrada que lloraba desconsoladamente con sus vestidos blancos en los funerales, disponían de su propio repertorio de textos, y seguían un ritual tan minucioso que no había posibilidad para improvisar. Los rituales eran tan agresivos que había veces que podían llagar a arrancarse el pelo.
A: Ostras.
B: pues si que me ha impresionado, yo también tengo un trabajo que me pareció muy curios cuando lo escuche por primera vez, y es la claque o los alabarderos. Eran personas que a menudo eran pagadas por un actor para que acudieran a la representación para aplaudir en las partes que interviene dicho actor.
A: ¿y aunque no te gustase tenías que aplaudir?
B: Sí. Por ejemplo, el emperador romano Nerón, era aficionado a cantar, pero cantaba fatal. Entonces, contrataba a gente que aplaudía en sus recitales. Este es el origen de la claque.
A: Pero has dicho antes que eran claques o alabarderos. Los alabarderos, entonces, ¿eran lo mismo?
B: Eran guardias reales, que cuando no estaban de servicio, iban a los teatros y aplaudían. Eran como llamaban a la claque en España.
A: yo os cuento otro, sobre los despertadores humanos
M: ¿despertadores humanos?
A: Si, en la en la época victoriana aparecieron los despertadores humanos o “knocker-up”, se trataba de personas que con una caña disparaban proyectiles contra las ventanas, para despertar a la gente
B: ¿y tienen algún origen?
A: sí, se empezó a emplear este trabajo porque los trabajadores tenían que llenar las fábricas con horarios muy estrictos, y se crearon para despertar a los trabajadores.
M: ¿os imagináis tener que despertaros así por las mañanas?
B: la verdad que no, yo prefiero un despertador de los de ahora
M: la verdad que hay trabajos muy interesantes, de hecho yo tengo uno que me llamó mucho la atención, y son los ablandadores de zapatos para la reina Isabel II de Inglaterra. Se trata de su asistente personal Angela Kelly que para que no le hagan daño los zapatos, ella los ablanda, mientras pasea por los pasillos de Buckingham.
B: Pues menos mal que tienen la misma talla de zapatos. Ya para terminar, os voy a hablar de los palpatis
M: ¿cómo?
B: Palpatis. que era un trabajo el cual creó el Vaticano para que no ocurriera lo mismo que con la papisa Juana
A: ¿cómo que papisa?
B: Un Papa que en realidad era mujer. Y se dieron cuenta cuando dio a luz durante una procesión.
M: Madre mía…
B: Lo voy a decir en fino: Un joven diácono examinaba manualmente si el recién elegido papa tenía lo que tenía que tener. Y exclamaba:“duos habet et bene prendetes” “tiene dos y cuelgan bien”
(Risas)
B: A lo que todos contestaban al unísono: “Del gratis”, gracias a Dios.
M: Pues, la verdad que hemos dejado el más raro para el final.
B y A: Sí.
Despedida
A: Esperemos que os haya gustado este tercer capítulo.
M: Os esperamos en el siguiente.
B: Gracias por escucharnos.
