SINOPSIS:
El programa de Radio Sant Lluís, El Aquelarre, en su habitual congregación de almas ávidas de invocación y adoración pagana, comienza a recibir llamadas de sencillos habitantes barceloneses que afirman haberse topado con un «loco» que está alterando la convivencia en la ciudad. Un final inesperado y desbordante de vida desfacerá los entuertos del mundo moderno y sus veleidades dominadas por la inhumana tecnología.
GUION PODCAST
EL AQUELARRE
ABRIL: Buenas tardes, queridos simbolistas, bienvenidos a Aquelarre. Vamos a dar paso al programa de hoy. Les recuerdo que siempre empezamos recibiendo cuatro llamadas relacionadas con el tema discutido en cada ocasión y, al acabar, utilizamos lo que hemos escuchado para reflexionar más profundamente sobre dicho tema.
Después de mi señal podrán llamar para hablarnos sobre “experiencias de fuera de este mundo”. ¡Adelante, oyentes!
LLAMADA 1
BIEL: ¿Hola?
ABRIL: Hola, hijo mío, ¿qué te sucede?
BIEL: Cuesta de creer, pero resulta que mientras estaba yendo hacia mí empresa, me ha parado un viejo de doscientos años con cara de loco y me ha empezado a hablar de cosas medievales y de gigantes y cruzadas, y resulta que después de diez minutos hablándome como si fuéramos conocidos de toda la vida, el muy zoquete me mira a los ojos fijamente hasta que se da cuenta de que estaba hablando con un desconocido.
¡¡Me había confundido con un tal Sancho Panza!!
LLAMADA 2
ABRIL: Oh… Claro, hijo, claro. Un caballero medieval se ha topado contigo y te ha empezado a molestar. Me pasa todos los días. Ahora, sí no vas a molestar más, tenemos otra llamada. ¡Gracias!. Buenas tardes, querido aprendiz, ¡dime, ¿en qué puedo ayudarte?
VÍCTOR: Mire, señora. ¡A no ser que pueda llamar a más hombres, no me puede ayudar en nada!
ABRIL: ¿Que está usted en una pelea?
VÍCTOR: ¡Ójala, oiga! ¡Ójala! ¡Llevo dos malditas horas siguiendo a un loco vestido de caballero que no paraba de berrear que la Sagrada Familia era un gigante durmiendo! ¡Y me echaba en cara que había suplantado a un alguacil!
ABRIL: ¿Un caballero medieval dice? ¿Que es usted, guardia de seguridad?
VÍCTOR: Policía, señora. Con veinte años de expediente intachable. ¡Pero nunca había visto semejante loco! Estaba yo realizando mi ronda de turno por la Sagrada Família cuando esta especie de San Jorge salió de la nada y empezó a gritarme. ¡Me reprochaba que yo, siendo alguacil, no hiciera nada para frenar a un monstruoso gigante detrás de mí, diciendo que seguro había suplantado al verdadero!
ABRIL: ¡Ah, hijo mío! ¡Has sido visitado por un espíritu! Estas extrañas criaturas etéreas se aparecen ante gente de forma invisible e inmaterial para el resto y…
VÍCTOR: ¡Sí, sobre todo inmaterial! ¡Dígaselo a los quince turistas que se llevó por delante cuandó arrambló contra la Sagrada Família!¡Le perseguí inmediatamente, al mismo tiempo que él perseguía a una pobre familia turca, diciendo que los otomanos estaban atacando la ciudad! Dimos como cinco vueltas al edificio entero, antes de que lo perdiera de vista,¡Lo único que he encontrado ha sido a la familia que perseguía, con más agujeros que un colador chino! ¡Y no me pregunte cómo ha hecho eso con una escoba!
¡Lo último que supe de él me lo dijo un transeúnte, que lo vio persiguiendo un camión de cerdos bajo pretexto de que era un enorme jabalí! ¿No sabrá usted alguna “sustancia” con efectos similares, verdad?
ABRIL: ¡La única sustancia que me preocupa es la que debes haber consumido tú! ¿De verdad se creen que me voy a creer que hay un tipo vestido de caballero paseándose por la ciudad? ¡Conmigo, bromas las justas!
LLAMADA 3
ABRIL: Muy bien, tercer intento… ¡Hola, hijo mío! Sinceramente, he tenido un día bastante deplorable y tengo muchas ganas de escuchar algo interesante; ¿qué nos tienes que explicar?
HUGO: ¡Vengo a hacer una denuncia pública!
ABRIL: ¿Una denuncia? ¿Por qué?
HUGO: ¡Porqué un payaso con cara de loco y vestido como un caballero lleva tocándome las narices desde hace media hora!
ABRIL: ¡Son ustedes unos sinvergüenzas! ¡Venir aquí, a MI programa, y tratar de hacerme creer que un lunático vestido como si estuviéramos en el siglo XVII se pasea por la ciudad a sus anchas!
HUGO: ¡Guárdese sus dudas para Cuarto Milenio! Estaba yo tan tranquilo con mi altavoz paseando por la playa, cuando este carcamal salió de la nada dando voces sobre de dónde salía esos ruidos tan espantosos. Rastreó el sonido hasta mi altavoz, y me preguntó que cómo había hecho yo para meter a un trovador en una caja tan pequeña.
ABRIL: Mucho me temo que te has topado con un Skin-walker. Estos seres, pertenecientes a la mitología de los navajos, adoptan formas humanas para acercarse a sus presas y devorar su alma sin compasión. ¡Tienes suerte de haber sobrevivido a un encuentro con una criatura tan malvada y bizarra, tan…!
HUGO: ¡No, si pinta de malvado pocas! ¡Llevaba un cubo de arena para nenes en la cabeza! ¡En una mano llevaba una escoba que usaba como lanza, y en la otra un helado de chocolate, que decía que era una poción mágica capaz de congelar a sus enemigos cuando se la jalaban! Convencido de que este pavo se había escapado del psiquiátrico, decidí irme de allí rápidamente. ¡Cuándo me di la vuelta al escuchar un grito de aviso, vi que el loco me perseguía montado en un triciclo a toda velocidad ¡Yo tuve suerte y reflejos, y pude esquivar el triciclo por los pelos! ¡Pero este tío no se detuvo! ¡Siguió adelante y luego cuesta abajo, llevándose por delante a todo aquel que pillaba y saliendo volando hacía el mar al chocar contra la barandilla del final! ¡La última vez que lo vi estaba saliendo del agua, empapado y con una sepia donde antes estaba el cubo de playa! ¿No le habrá pasado a usted algo parecido, verdad?
ABRIL: ¡Pues mire usted por donde, sí! ¡Hoy tres locos han llamado a mi programa, han dicho sandeces y barbaridades por doquier y han tratado de engañar a toda mi audiencia! ¿Pero ustedes quienes creen que són para llamarme y empezar a decir que…?
(ruido de puerta siendo derribada)
ABRIL: Oiga, ¿quién es usted? ¿Y qué hace aquí dentro? ¡Eh, oiga, pare! ¡Pare!.
(destrozos, choques y gritos)
BIEL: (DON QUIJOTE DE LA MANCHA): ¡Por María, José, y el niño Jesús! ¡Sancho! ¡Sancho! ¡Ven aquí ahora mismo! ¡He encontrado a una bruja! ¡Estaba hablando a una especie de cilindro malvado, tenía dos orejas redondas unidas por una cuerda y miraba a una caja negra con una lente redonda! ¡Pero no te preocupes, ya no se mueve! Le sale espuma de la boca, probablemente sea su maligno espíritu. ¡Esto hemos de celebrarlo! ¿Sancho? ¡Sancho!
