Reportero
Marcos:
Mi nombre
es Marcos y estoy en 2ºB de primaria.
Hoy vamos
a hablar de un cuento que hemos leído en la clase, Titulado “La mochila
invisible”.
Es un
cuento para potenciar la autoestima y el lenguaje positivo.
Voy a entrevistar
a mis compañeros para que me hablen del cuento y de lo que les ha parecido.
1.-HOLA RUIXI, ¿TE HA GUSTDO EL CUENTO DE LA
MOCHILA INVISIBLE?
Ruixi
contesta
2.-IDAIRA, ¿PUEDES
DECIRNOS DE QUÉ TRATA EL CUENTO?
Idaira
contesta
3.-ÓSCAR, ¿QUÉ PASA
ENTONCES?
Óscar contesta
4.-LUCÍA, ¿PUEDES
EXPLICARNOS ESTO MEJOR?
Lucía
contesta
5.–ENTONCES LUCAS, ¿CÓMO CREES QUE HAY QUE TRATAR A LOS AMIGOS
Y COMPAÑEROS?
Lucas
contesta
Bueno
amigos, me despido. Espero que este cuento les haya hecho pensar en cómo tratar
a las personas. Hasta pronto.
Ruixi:
Sí, mucho.
Me ha
gustado porque a veces me he sentido como cuenta esta historia. Y no me gusta
sentirme mal ni estar triste.
Idaira:
El cuento nos habla del
daño que nos pueden hacer con las palabras. Si decimos cosas feas, las palabras
se convierten en piedras que nos pesan mucho. Y si decimos cosas bonitas, esas
palabras bonitas son como burbujas de jabón que no pesan nada y son agradables.
Óscar:
Pues es como si tuviéramos
una mochila invisible en la espalda. Si alguien me dice algo feo, las palabras
feas son como piedras que pesan dentro de mi mochila. Y si las palabras son
bonitas, se convierten en burbujas de jabón que no pesan ni me hacen daño.
Por eso,
hay que tener cuidado con lo que decimos a los compañeros y amigos.
Lucía:
Pues…imagínate que me
enfado con una amiga y le digo que ya no quiero ser más su amiga. Mis palabras
feas se convertirán en piedras pesadas que mi amiga llevará en su espalda, en
su mochila invisible y le pesarán mucho. Y le harán sentirse fatal.
Si digo a
mis amigas cosas bonitas, como por ejemplo si quiere jugar conmigo o que es mi
amiga preferida, esas palabras no pesan porque las palabras bonitas son como
pompas de jabón. Y mis amigas estarán felices porque se sentirán bien.
Lucas:
Pues, a los compañeros y
amigos hay que tratarlos como nos gustaría a nosotros que nos trataran. Si a mí
no me gusta que me digan cosas feas, yo no se lo digo a un amigo. Si no me
gusta que me griten, yo no grito a un amigo…
Tratar a
todos como a mí me gusta que me traten para sentirme bien.
Y
también tener cuidado con las palabras que decimos. Las palabras bonitas hacen
que seamos felices porque no nos hacen daño
