EL PATITO FEO:
¡Era verano! Bañada por el sol se alzaba una vieja casa solariega rodeada por profundos canales, y desde sus gruesos muros hasta el agua crecían grandes romazas.
Bajo una de aquellas romazas había construido su nido una pata. Estaba empollando a sus polluelos, pero ya empezaba a hartarse porque tardaban mucho en salir, y casi nadie venía a visitarla.
Por fin sus cascarones se fueron rompiendo uno tras otro.
-¡Pío,pío! -decían los polluelos.
-¡Qué grande es el mundo!
-¡No os vayáis a pensar que lo que veis es el mundo entero! -dijo la madre-. El mundo es mucho más grande. ¡Bueno ya estáis todos!.¡Qué digo,pero si falta el huevo más grande! ¿Cuánto piensa tardar todavía? ¡Estoy ya tan cansada…! – y se sentó a empollar.
Por fin se rompió el huevo más grande.
-¡Pío,pío! -dijo el pollito, y salió dando tumbos.
Era enorme y muy feo. Pero el pobre patito que había salido el último del huevo y que era tan feo tuvo que aguantar picotazos,empujones y burlas.
No sabía dónde meterse, se sentía muy desgraciado por ser tan feo y porque todo el corral se burlaba de él.
Al fin el patito echó a correr y voló por encima del seto.
De esta forma llegó a la gran ciénaga,allí decidió pasar la noche,pues se sentía muy cansado y triste.
Se pasó dos días enteros;al cabo,llegaron dos gansos salvajes.
-Oye, colega, eres tan feo que nos gustas.¿Quieres venir a emigrar con nosotros? No muy lejos de aquí hay una ciénaga en la que viven unas preciosas gansas salvajes. Todas son solteras y dicen unos “cua” que enamoran. Es la ocasión para conseguir tu felicidad,por feo que seas…
En ese instante se oyeron dos disparos, “pim,pam”, y los dos gansos salvajes cayeron muertos entre los juncos. Y allí se quedó inmóvil, mientras los perdigones silbaban entre los juncos y sonaba un disparo tras otro. Hasta llegada la tarde no volvió el silencio; pero el pobre patito estaba tan asustado que todavía esperó varias horas antes de sacar la cabeza del ala,mirar a su alrededor y alejarse de la ciénaga a todo correr.
Al caer la tarde llegó a una pobre choza de labradores.
En la choza vivía una vieja con un gato y una gallina.
Por la mañana la gallina y el gato descubrieron al patito, y el gato se puso a ronronear y la gallina a cacarear.
¡Qué sorpresa tan agradable! Ahora tendré huevos de pata,a menos que sea un macho. En fin, ya se verá.
Así que el patito fue admitido a prueba durante tres semanas, pero no puso ningún huevo.
-¿Sabes poner huevos? -preguntó la gallina
-No.
-¿Sabes asquear el lomo,ronronear o echar chispas?
-No.
-Pues entonces no tienes derecho a opinar cuando habla la gente sensata.
-¡No me comprendéis! -dijo el patito.
-Claro que no te comprendemos. ¿Pero crees que alguien te va a comprender?
¡Te aseguro que hablar contigo no me resulta nada divertido! Créeme,no te digo más que la verdad,y te la digo por tu bien. Así es como se reconoce a un verdadero amigo,porque te dice la verdad,aunque sea muy desagradable.
-Creo que me iré a correr mundo. -dijo el patito.
-Pues ya te puedes ir. -replicó la gallina.
Y el patito se marchó.
Llegó el otoño.Las hojas se volvieron amarillas,después cayeron al suelo, el viento las atrapó y las hizo danzar bajo el cielo frío. Las nubes pasaban cargadas de nieve y granizo.
Una tarde,cuando el sol se ponía con todo su esplendor,una bandada de hermosos y grandes pájaros salió de entre los arbustos. El patito no había visto nunca aves tan preciosas: tenían un plumaje tan blanco que resplandecía, y sus cuellos eran largos, flexibles y elegantes. Eran cisnes.
¡Oh,jamás olvidaría a aquellos pájaros tan maravillosos y felices!
Y aquel invierno hizo muchísimo frío.
Sería muy triste contar todas las penalidades y sufrimientos que el patito hubo de padecer aquel duro invierno. Basta con decir sobrevivió.
¡Había llegado la primavera! ¡Todo era tan hermoso,tan fresco y lleno de verdor! Y justo enfrente de él,salieron de la espesura tres preciosos cisnes blancos.
El patito feo reconoció a aquellas magníficas aves y se sintió dominado por una extraña tristeza.
-¡Volaré hacia esos pájaros majestuosos! Seguro que me matarán a picotazos por atreverme, yo, que soy tan feo,a acercarme a ellos. Pero no me importa.
Y echó a volar hacia el estanque, se posó en el agua y se acercó nadando hacia los magníficos cisnes. -susurro la pobre criatura,e inclinó la cabeza sobre el agua,en espera de la muerte. Pero,¿qué es lo que vio en el agua cristalina? Vio su propio reflejo y comprobó que ya no era un torpe pájaro gris,feo y desgarbado: ¡era un cisne!
¡Qué importa haber nacido en un corral cuando se sale de un huevo de cisne!
Entonces se alegró de haber padecido tanta miseria y tantas penalidades,porque esos sufrimientos le hacían valorar la felicidad y la belleza que acababa de encontrar.
Los grandes cisnes lo rodearon y lo acariciaron con sus picos.
Unos niños se acercaron al estanque.
-¡Mirad hay uno nuevo!
-El nuevo es el más joven y el más bonito!
Entonces se sintió muy avergonzado y escondió la cabeza bajo las alas sin saber por qué. Era muy feliz,pero no estaba orgulloso,porque un buen corazón nunca está orgulloso. Pensó en cómo lo habían perseguido y se habían burlado de él,y cómo,en cambio,ahora decían que era la más hermosa de las aves más bellas del mundo. Y pensó con el corazón desbordante de alegría:”Jamás soñé que sería tan feliz cuando era un patito feo”
